miércoles, 23 de julio de 2014

Una caja de cerillos y una obra de arte.





Hace más de 125 años se fundó La Cerillera La Central y sus cajetillas decoradas desde la década de los cuarenta del siglo pasado son un icono de la cultura mexicana.
Armando Enríquez Vázquez

La Cerillera La Central nació en 1885, cuando dos hermanos León y Manuel Mendizábal se asociaron con los también hermanos José y Pedro de Prida y crearon en el Puerto de Veracruz una empresa que fabricaba cerillos y a la cual llamaron simplemente como Compañía Industrial de Fósforos y Cerillos. El hecho de que se ubicara frente a la Estación Central de Ferrocarril, hizo que pronto los veracruzanos la identificaran como la central.


Al ser la primera empresa mexicana en su ramo tuvo mucho éxito y tres años después La Central abrió una fabrica en la Ciudad de México, ese mismo año nació en La Salzadella un pueblo de la región de Castellón en Valencia, España Daniel Montull que tendrá una parte relevante en la historia de la empresa unos 50 años después.
Mientras tanto la empresa en México crecía a muy buen ritmo y a partir de 1902 adopta el logotipo de la locomotora para diferenciar cada una de sus cajetillas.  Alrededor de 1906 Montull llegó a Veracruz procedente de Valencia y se dedica en un principio a trabajar en una tienda de abarrotes. Después de un tiempo en Veracruz, Montull viajó a la Capital del país y consiguió trabajo en La Cerillera La Central como representante de ventas.
En 1911 la empresa cerró las instalaciones en Veracruz y concentró toda la operación en la Ciudad de México. Con el pasar de los años y gracias a su desempeño Montull, se convirtió en dueño y director general de la empresa y es en 1940 cuando decidió lanzar a la venta los cerillos Clásicos de Lujo y para la marca el propio Montull diseñó una cajetilla que mostraba en el frente a la Venus del Milo, el Partenón y la característica locomotora de La Central,  para el anverso de la cajetilla Montull pidió la reproducción de 122 pinturas clásicas y decidió también lanzar un álbum donde se podían pegar las reproducciones de las obras pictóricas.
Con el pasar de los años las cajitas de cerillos tuvieron otras colecciones como de estampas taurinas, o la colección clásicos mexicanos que surgió en la década de los años sesenta y que tenía 100 pinturas del artista gráfico mexicano Jorge Cázares, en esa ocasión, la empresa, también publicó un álbum para coleccionar las cajetillas y en él se reproducían obras de poetas nacionales como Octavio Paz, Ramón López Velarde, Amado Nervo, Carlos Pellicer y Alfonso Reyes entre otros.

Otros diferentes diseños fueron creados a lo largo de la segunda mitad del siglo XX entre ellos el de otra cajita de marca de La Central que es muy conocida por todos los mexicanos; la de los cerillos Talismán que tienen los signos del zodiaco y el horóscopo del signo en el anverso de la cajetilla. También los cerillos Flama, que son cerillos de madera para la cocina y que en el anverso llevan una receta de cocina.
Montull murió en 1964 en Barcelona, pero pidió ser enterrado en México. En su pueblo natal de La Salzadella, Montull y otro migrante español que también ganó una fortuna en nuestro país mandaron construir un parque que se conoce como la Plaza de México.
Actualmente Cerillera La Central es líder en su ramo y  tiene sus instalaciones en el estado de Hidalgo.   

Publicado en thepoint.com.mx el 15 de julio de 2014
imagenes: lacentral.com.mx

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